¿Es la Imagen Profesional un Acto de Vanidad?

La palabra Imagen proviene del latín imago y se refiere a la figura, representación o apariencia de algo. Por otro lado, Vanidad se define como el orgullo y el afán de ser admirado en exceso. Al pensar en tu imagen profesional, es natural que quieras evitar que se asocie con la vanidad. Es por eso que es crucial diferenciar: preocuparte por tu imagen no es un acto de soberbia, sino una estrategia de credibilidad.

La Imagen como sinónimo de Credibilidad y Confianza

Cuando las personas comentan que la imagen no es lo que te hace una eminencia en la materia, tienen razón. El conocimiento es indispensable. Sin embargo, el éxito es el resultado de una suma poderosa: el 87.5% es tu actitud y tus relaciones con las personas y el 12.5% restante es lo que sabes de tu producto o industria.

Tu actitud se ve afectada por cómo te percibes. Si te sientes bien, te ves bien. No se trata de usar un traje sastre de marca, sino de emitir una cualidad de responsabilidad, cuidado y honestidad.

El Costo de la Incongruencia: Más Allá del Juicio

Las personas juzgan, y lo hacen rápido. Es injusto, pero es real. ¿Le darías tu dinero a invertir a un ejecutivo con tatuajes visibles en las manos y los brazos, o a un doctor que sigue vistiendo ropa de la época de los setenta? Seguramente, dudarías de su capacidad para administrar tu dinero o de sus técnicas médicas. La forma en que eliges representarte a través de tu imagen física y tu lenguaje verbal y no verbal es lo que proyectas en esa primera impresión.

Estar actualizado—no necesariamente en la moda, sino en lo que es apropiado en tu sector—le dice a tu empleador o cliente que eres una persona que se preocupa por mantenerse al día en tu trabajo.

La Imagen como Activo Integral (No Solo Ropa)

La imagen profesional va más allá de cómo te vistes o lo que te pones. Incluye:

1. Higiene Personal y Apariencia: Proyecta cuidado y orden.

2. Comunicación No Verbal: ¿Puedes lograr cerrar una venta si hablas quedito y miras siempre hacia abajo? A diferencia de quien con seguridad mantiene el contacto visual, mueve sus manos al hablar y hace rapport para lograr relaciones duraderas.

3. Habilidades Sociales: Tu forma de expresarte y el trato que tienes con subordinados y clientes proyecta tu capacidad de liderazgo.

   
   

Los líderes y gerentes de compañías siempre evaluarán, además de tus conocimientos, lo que proyectas a través de tu imagen para ser escogido como el candidato ideal. De esto se trata la imagen: de ser un factor decisivo en la consecución de tus metas.